RESCATES ARRIESGADOS
Tangora , arpia vasca , me cuenta esta historia con moraleja
Once personas se aferraban a una misma cuerda que colgaba de un helicóptero, diez hombres y una mujer.
La cuerda no era suficientemente gruesa como para soportar el peso de todos, por lo que decidieron que
una persona debía soltarse. De otro modo, todos caerían.
No lograban elegir quién sería esa persona, pero entonces la mujer, con voz firme, anunció que se ofrecía voluntariamente para soltarse de la cuerda.
Después de todo, dijo, estaba acostumbrada a relegar sus intereses propios, ya que:
Como madre siempre daba prioridad a los hijos;
Como esposa, anteponía los intereses de su marido a
los propios,
Como hija se doblegaba ante su padre,
Como profesional permitía que sus jefes obtuvieran
el crédito por sus logros.
"Como mujer", dijo alzando la mirada hacia el
infinito y poniéndose una mano sobre el corazón...,
su misión en la vida era sacrificarse por los demás,
sin esperar nada a cambio.
Eufóricos de emoción y orgullo, los hombres rompieron en aplausos... y se cayeron los muy idiotas...
Moraleja para los hombres:
Nunca se fíen de la abnegacion de la mujer, es noble pero no idiota.
Once personas se aferraban a una misma cuerda que colgaba de un helicóptero, diez hombres y una mujer.
La cuerda no era suficientemente gruesa como para soportar el peso de todos, por lo que decidieron que
una persona debía soltarse. De otro modo, todos caerían.
No lograban elegir quién sería esa persona, pero entonces la mujer, con voz firme, anunció que se ofrecía voluntariamente para soltarse de la cuerda.
Después de todo, dijo, estaba acostumbrada a relegar sus intereses propios, ya que:
Como madre siempre daba prioridad a los hijos;
Como esposa, anteponía los intereses de su marido a
los propios,
Como hija se doblegaba ante su padre,
Como profesional permitía que sus jefes obtuvieran
el crédito por sus logros.
"Como mujer", dijo alzando la mirada hacia el
infinito y poniéndose una mano sobre el corazón...,
su misión en la vida era sacrificarse por los demás,
sin esperar nada a cambio.
Eufóricos de emoción y orgullo, los hombres rompieron en aplausos... y se cayeron los muy idiotas...
Moraleja para los hombres:
Nunca se fíen de la abnegacion de la mujer, es noble pero no idiota.
7 comentarios
ricardo -
Carlos para la Arpia -
cris -
Esas cosas no se cuentan en público, que si no se nos acaban las estrategias a las mujeres (observe usted, señora, que todos los comments son de hombres(ya van corriendo la voz, seguro que la próxima vez la empujan,a la mujer...).
Por cierto, gracias por el link.Yo,con el permiso de usted le he puesto otro a mi blog.
Oyeeeee, yo tambien quiero personalizar mi página y poner cuadraditos con los links, pero las cincuentonas no sabemos de eso ¿que hay que hacer?
Sebastian -
Por cierto, gracias por el asunto de tu amiga Marta. Avísame, yo también estaré despierto.
tio Antonio -
tio Antonio -
"Lázaro ¡Aprende! Que el mozo de un ciego, ha de ser un poco más listo que el diablo."
Zäpp -